mandrágora |
POCIONES
ANALGÉCICAS
El universo vegetal, desde el principio del mundo,
ha servido y sigue sirviendo para la preparación de pócimas y emulsiones
destinadas a combatir el dolor. La aspirina antigua. En un antiguo papiro de
Ebers que data de 1550 a de C., se halla una prescripción de la diosa Isis para
calmar el dolor de cabeza de Ra: “Baya de cilantro, baya de adormidera, ajenjo,
baya de Samos y baya de Junípero”. Plantas tan populares como el tilo, la
avena, el orégano, la borraja o el girasol, también se han mezclado en
ungüentos maravillosos para aplicar el sufrimiento producido por heridas,
lesiones, quemaduras, contracciones y demás
El opio y sus derivados. Era conocido por los
sumerios, en el antiguo Egipto y en Asiria, y aparece reflejado en textos de
los sabios más célebres: Hipócrates, Demócrito o Galeno ya; nos hablaron del
opio. Pero fue en el siglo XIX cuando se procedió a la extracción de su
principal alcaloide; la morfina, aun usada en nuestros tiempos para el alivio
del dolor, aunque con ciertas reservas. Luego más tarde se sintetizó la
heroína, disparatando la alarma de la lucha contra el narcotráfico y la salud
pública debido a sus efectos devastadores
opio |
LA MANDRÁGORA, SU HISTORIA
Esta planta, junto al opio, la planta antiálgica más
famosa de la historia ha sido la mandrágora pero; no ha resistido el paso del
tiempo como los derivados opiáceos, dado que su celebridad se debía más a las
leyendas místicas-eróticas que ha hechos contrastados.
Esta planta
es soberanamente toxica, su contenido de alcaloides activos, de sabor amargo
que; actúan sobre el sistema nervioso vegetativo, ha servido como analgésico,
narcótico y afrodisíaco. En relación con esta planta podemos decir que se
crearon numerosas supersticiones, atribuyéndole propiedades mágicas. Por
supuesto no podía faltar en la pócima de ninguna bruja ni curandero que se
respetara.
Realmente un factor que contribuyó a su popularidad
es que su raíz a veces tiene forma de hombre. Este hecho se prestó a
“imitaciones”, fraudes y a precios abusivos. En la Roma del siglo II, Apuleyo,
aconsejaba que en caso de que hubiera que cauterizar un miembro, se bebiera
media onza de mandrágora con vino, mientras se realizaba la operación.
En la antigüedad las bayas de mandrágora eran
utilizadas para la preparación de filtros de amor. Dioscórides, propició el
acuñamiento del vocablo “anestesia”, refiriéndose a la insensibilidad al dolor
procurado por la mandrágora.