El chocolate
es un alimento que al ingerirlo produce una sensación de bienestar en nuestro
organismo. Esto es motivado a que este alimento contiene una serie de elementos
con propiedades euforizantes y estimulantes.
Destaca entre ellos la feniletilamina, un componente
que, en realidad pertenece a la familia de las anfetaminas. La feniletilamina
en su acción en el cerebro es un factor desencadenante de un estado de euforia
y bienestar emocional. Esta es la razón por las que las personas que están
acostumbradas a comer chocolate, sienten la necesidad de consumir este
alimento, en aquellos momentos disminuidos de ánimo o se encuentran afligidos.
Además también es rico en alcaloides lo que provoca
un estado de excitación en el sistema nervioso, propiciando que estemos más
activos y despiertos frente a los estímulos exteriores, aceleran el ritmo
cardíaco y facilitan la eliminación de
la orina.
Contenido
de anti-oxidantes
En los estudios más recientes se reconoce que el
chocolate es un valioso anti-oxidante, capaz de adelantarse a la acción de los
radicales libres sobre el organismo. Siendo esta propiedad adecuada para
prevenir la degeneración de las células del organismo que son responsables de
la aparición de numerosas enfermedades. Todo ello hace concluir a las personas
que realizan estos estudios que, un uso moderado de este alimento es factible
para ayudar a mejorar la salud cardiovascular, previniendo enfermedades del
corazón y el desarrollo de cáncer.
Como
remedio para la piel
La utilidad del chocolate está comprobada para su
aplicación externa, en la realización de masajes con propiedades terapéuticas.
El uso de estos masajes facilita el drenaje de las capas profundas y
superficiales de la piel, siendo por demás adecuado en el tratamiento de la
celulitis, sequedad, manchas en la piel, haciéndola más brillante, por tener
propiedades exfoliantes, hidratantes y vigorizantes.
Mascarillas
Las mascarillas de chocolate, son ricas en linolina,
aplicada en el rostro, humedece la piel aumentando la hidratación de la misma,
lo que favorece el tratamiento de la piel reseca, que es la responsable de la
aparición de arrugas.
Uso
tópico
Su utilidad es muy apreciada en la preparación de
cremas para el cuidado del cutis, cremas limpiadoras, incluso para confección
de cremas para pieles grasas, cremas para pieles mixtas y pieles secas.
LA
EFECTIVIDAD DE LAS DIETAS BAJAS EN AZÚCARES
Se especula que someterse a dietas bajas en grasas
puede no ser tan productivo a la hora de perder algunos kilos, como en las
dietas de bajo porcentaje de edulcorantes, sin tener en cuenta el número de
calorías. “Hemos encontrado que en contra del dogma nutricional dominante,
todas las calorías no son iguales”, indicó David Ludwig, uno de los
responsables de un estudio publicado en el Journal of American Medical
Association.
Se dijo que las dietas que reducen el aumento de
azúcar en la sangre, tanto dietas de bajo índice glicémico como bajo en
carbohidratos, son muchas veces más efectivas a la hora de mantener la pérdida
de peso, por su respuesta hormonal y metabólica, indicó el diario Siglo 21. Por
esto las personas que han perdido peso con dietas bajas en grasas tienden a
volver a ganar peso más rápido que las que han seguido dietas de bajo índice
glicémico o en carbohidratos.
Las dietas de bajo índice de azúcares son las
ideales, ya que se digieren lentamente y mantienen los niveles de azúcar y de
hormonas estables. El estudio se realizó con 21 personas obesas, entre los 18 y
40 años, que perdieron hasta un 15% de peso y fueron sometidos a tres tipos de
dieta con el mismo número de calorías.
Riesgos
En las dietas bajas en carbohidratos, el estudio
encontró un aumento de los niveles de proteínas C-reactiva, que aumenta el
riesgo de enfermedades coronarias.
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