Aumentan los
seguidores de las dietas sin gluten
A pesar de
que no ha aumentado el número de celíacos, cada vez más gente sigue una
alimentación sin gluten sin motivo.
Más allá de
la salud están
las modas, y hay una que sigue
ganando adeptos cada día: comer alimentos sin gluten, una opción
que, sin razón que la justifique, se considera más saludable en algunos
sectores de la población. Y eso, a pesar de que las investigaciones y los datos
confirman lo que muchos médicos ya han denunciado: que la proporción de individuos celiacos o afectados por la enfermedad
de intolerancia al gluten entre la población permanece en los mismos valores.
Lo confirma un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Internal
Medicine.
Los resultados,
que analizan los datos de las encuestas sobre salud y nutrición llevados a cabo
en Estados Unidos entre 2009 y 2014, revelan que la prevalencia de celiaquía en
la población se ha mantenido constante mientras que cada vez más personas comen alimentos sin
gluten y retiran de su dieta el pan, los cereales,
la pasta y otros derivados del trigo.
El
gluten es una sustancia pegajosa y parduzca formada por proteínas,
contenida exclusivamente en la harina de los cereales de secano,
fundamentalmente el trigo, pero también la cebada, el centeno y la avena o
cualquiera de sus variedades e híbridos, como la espelta, la escanda o el
kamut. Al gluten se debe el carácter elástico de la masa de harina.
En el periodo estudiado, la prevalencia de la
enfermedad celíaca ha permanecido estable (0,70% en 2010, 0,77% en 2012 y 0,58%
en 2014), pero la adhesión a una dieta sin gluten por parte de personas no
celíacas ha pasado del 0,52% en 2010 al 1,69% en 201
Según las
conclusiones del estudio, el creciente interés por seguir una nutrición sin
gluten por personas que no padecen la enfermedad celíaca podría deberse a una
variedad de factores: la falsa percepción por parte de la gente de que comer
sin gluten es más sano y que puede ayudarles a perder peso, la creciente
disponibilidad de productos sin este compuesto en los supermercados o la
tendencia a auto-diagnosticarse.
En
todo caso, esta corriente no es exclusiva de Estados Unidos. En Reino Unido,
por ejemplo, el 60% de los adultos han comprado alguna vez algún producto sin
gluten, según una encuesta, y en un 10% de los hogares británicos hay algún
individuo que piensa que el gluten es malo para la salud.
En España, hay
gente que se ha apuntado a esta tendencia alimenticia porque piensa que ayuda a
adelgazar. Pero frente a otras dietas milagro en las que se suprime
siempre algún alimento esencial, quienes decidan imitar los hábitos nutritivos
de un celíaco deberían, al menos, contar coln el asesoramiento de un
especialista.En la
Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) advierten de que no
existen estudios científicos que avalen que una dieta para adelgazar sin gluten
tenga más éxito que otra con gluten.
Cuando una persona quiere seguir un
régimen para perder peso debe consultar con un nutricionista. Y es que los
productos que se elaboran para el colectivo de celiacos, como pastas, pizzas,
panes o galletas sin gluten, contienen principalmente hidratos de carbono, por
lo que deben estar controlados si el propósito es adelgazar.
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