Las mujeres con visión positiva viven más
Las mujeres con una visión
positiva de la vida tienen un riesgo mucho menor de fallecer por una enfermedad
cardiovascular, respiratoria, infecciosa u oncológica
Un estudio publicado el pasado mes de noviembre alertaba que el pesimismo era malo, muy malo para el corazón. Y lo que aún era peor, si cabe, es que el optimismo no parecía tener ningún efecto positivo sobre el riesgo de morbimortalidad cardiovascular.
Es decir, tener una visión optimista de la vida no va
a ayudar a protegernos frente a un infarto de miocardio o un ictus. Sin
embargo, es muy posible que esto no sea así. O cuando menos, en el caso de la
población femenina. Y es que un estudio llevado a cabo por investigadores de
la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de
Harvard(EE.UU.) muestra que las mujeres optimistas tienen un menor riesgo de
mortalidad prematura por numerosas enfermedades muy graves. Y no solo por un
ictus o una cardiopatía, sino también por una enfermedad infecciosa, una
patología respiratoria o un cáncer.
Mujeres positivas |
Como explica Eric Kim, co-director de esta
investigación publicada en la revista «American Journal of
Epidemiology», «si bien la mayoría de los esfuerzos en medicina y
salud pública están centrados en la reducción de los factores de riesgo de las
enfermedades, cada vez hay mayor evidencia acumulada de que la potenciación de
la resiliencia psicológica puede marcar la diferencia. Nuestros hallazgos
sugieren que deberíamos
esforzarnos promover el optimismo, que ha mostrado asociarse con hábitos más
sanos y con formas más saludables de afrontar los retos de la vida».
Muy bueno para la salud
Para llevar
a cabo el estudio, los autores analizaron los datos registrados entre los años
2004 y 2012 en los historiales médicos de cerca de 70.000 mujeres participantes
en el Estudio de Salud de las Enfermeras. Y asimismo, evaluaron el grado de
optimismo de las participantes, prestando una especial atención a aquellos
factores que podrían afectar a la forma en el que el optimismo influye sobre el
riesgo de mortalidad, caso de la dieta, la actividad física o el nivel de
presión sanguínea.
Los resultados mostraron que, comparadas frente a las
más pesimistas, las mujeres
incluidas en el cuartil de las más optimistas –o lo que es lo mismo, el 25% de
las participantes con mayores niveles de optimismo– tenían un riesgo hasta un
30% menor de fallecer de forma prematura por una de las enfermedades
evaluadas en el estudio.
De hecho, las mujeres más optimistas tuvieron una
probabilidad hasta un 52% menor de de fallecer por una enfermedad infecciosa.
Una disminución del riesgo de mortalidad que, además, se estableció en un 39%
en el caso del ictus; en un 38% en el caso de las cardiopatías o de las
enfermedades respiratorias; y en el 16% en el caso del cáncer.
La felicidad |
Deberíamos
esforzarnos promover el optimismo, pues se asocia con hábitos más sanos y con
formas más saludables de afrontar los retos de la vida Eric Kim
En consecuencia, este estudio es el primero en asociar el optimismo con un menor riesgo de deceso prematuro por distintas enfermedades, no solo por las patologías cardiovasculares. Pero este efecto del optimismo sobre la supervivencia, ¿a qué puede deberse? Pues según indica Eric Kim, «los hábitos saludables solo explican parcialmente la asociación entre el optimismo y el menor riesgo de mortalidad. Así, una posible explicación sería que un mayor optimismo impacta de forma directa sobre nuestros sistemas biológicos».
Potenciar el optimismo
En
definitiva, asumir una visión más positiva de la vida y esperar que las cosas
acabarán saliendo bien parece ayudar a las mujeres a vivir más años. Y si bien
no parece muy plausible, ni eficaz, que los médicos prescriban recetas de
optimismo a sus pacientes, quizás no sea tan complicado que la población
afronte la vida con un poquito más de positivismo.
Como concluye Kaitlin Hagan, co-directora de esta
investigación, «distintos estudios
previos han mostrado que el optimismo puede ser modificado con intervenciones
ciertamente sencillas y baratas, como sería por ejemplo solicitar a las
personas que piensen y escriban en un papel las mejores medidas a adoptar en
algunas áreas de sus vidas, caso de sus carreras profesionales o sus amistades.
La promoción de estas intervenciones podría ser un modo innovador de potenciar
la salud en el futuro».
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